La memoria es uno de los logros más extraordinarios de la evolución mental humana. Aunque los animales también la poseen, su capacidad no puede compararse con la nuestra. Si no tuviésemos memoria, el aprendizaje sería inútil; nos resultaría imposible sobrevivir en un mundo altamente cambiante y ni siquiera tendríamos el sentido de la identidad personal. En ella también se asientan algunas de las más altas funciones humanas: el lenguaje, el pensamiento, la capacidad para prever y planificar el futuro, etc.

La memoria humana es la facultad que posee nuestro cerebro para almacenar y recuperar información. De hecho, la memoria no es
sólo un registro que nos permite recordar sucesos, objetos y sentimientos pasados, sino que está íntimamente relacionada con la totalidad de los procesos del pensamiento

Durante algún tiempo se creyó que la memoria era una entidad singular y que, por lo tanto, se hallaba localizada en una zona con- creta del cerebro. Pero a partir de los años cincuenta, comenzó a admitirse gradualmente que la memoria está constituida por innumerables componentes, los cuales se distribuyen a lo largo de redes neuronales que actúan dentro de numerosas estructuras del cerebro.

Por tanto, la memoria no funciona de forma unitaria, ya que está formada por una serie de sistemas, cada uno de los cuales posee finalidades diferentes entre sí. Gracias a mecanismos de  palabras, existen muchas memorias diferentes: olfativa, visual, lógica, analítica, lingüística, asociativa, etc.

Dos teorías sobre la memoria

Existen dos grandes modelos teóricos que tratan de explicar el funcionamiento de la memoria: el conductista y el cognitivo. Aunque perviven dentro de cada uno de ellos subteorías con pequeñas diferencias de matices, en líneas generales de ambos son las siguientes:

La memoria conductista:

Se inspira en el empirismo de Locke y Hume. Su punto de partida arranca con el postulado de la tabula rasa el ser humano, al nacer, es un papel en blanco. Con el paso del tiempo grabándose en su cerebro las experiencias vividas. La memoria consiste en establecer relaciones de asociación entre los elementos percibidos, Aplicando a la memoria algunas leyes del aprendizaje, los conductistas afirmaron que el recuerdo depende cuantitativamente del ejercicio o uso de la información almacenada. Así, el olvido sería fruto exclusivo del desuso. Su concepción de la memoria es, pues rígida, ya que ignoran las posibles influencias de las emociones o la afectividad. Tampoco tienen en cuenta las relaciones que se establecen entre los datos sensibles del presente inmediato y los recuerdos o conocimientos previos del sujeto.

La Memoria Cognitiva

En cambio, la psicología cognitiva, y en especial Bartlett, presta atención sobre el carácter activo de la memoria, ya que ésta no se limita a reproducir estrictamente lo captado en un pretérito mas o menos cercano, sino que llega a construir sus propios cuerdos. Lo que evocamos ha sido sometido a una estructuración interpretación según los esquemas propios de cada sujeto, el cual selecciona ciertos aspectos del recuerdo mientras olvida otros. Los cognistivistas insisten en la función dinámica de la memoria concibiéndola como un proceso constructivo íntimamente relacinado con otras facultades del psiquismo.

Funciones de la Memoria: Aprendizaje

Existen sujetos con una predisposición genética hacia la buena memoria, lo que les lleva, prácticamente sin esfuerzo, a ser capaces de recordar cantidades ingentes de datos. Antiguamente, muchos
de estos prodigios se paseaban por circos y teatros con gran expectación.
Un caso de portento memorístico es narrado por Luria en Pequeño libro de una gran memoria.

La efectividad de la memoria tambien depende del entrenamiento y aprendizaje sobre cómo usarla con mayor provecho. Por eso, podemos afirmar que en el buen funcmiento de la memoria influyen tanto los factores genéticos como  de prendizaje. Existen numerosos métodos que pueden ayudar a incrementar la capacidad retentiva de nuestra memoria
Así, memorizaremos más fácilmente aquellos contenidos que:

En el fondo son estrategias desarrolladas para el recuerdo.

Tipos de memoria

Ya desde el mismo inicio de la Psicología como ciencia, los especialistas señalaron distintos tipos de memoria. Así, fue James quien en 1890 distinguió entre memoria primaria, aquella que atien-
e al presente psicológico y procesa la información consciente, y memoria secundaria, la que regula el pasado psicológico y se ocupa,por tanto, de una información no consciente.

En 1968, desarrollaron un esquema que seguirían los psicólogos norteamericanos sobre el funcionamiento de la memoria que habría de hacerse clásico, imponiéndose poco a poco la nomenclatura utilizada.

Hoy en día, dividimos la memoria en tres sistemas. Son los sistema de memoria a corto plazo (MCP),  memoria a largo plazo (MLP) y la memoria Sensorial (MS)

La memoria sensorial

Es de carácter casi automático: registra las sensaciones y permite explorar las características de la información que llega a nosotros. Esta memoria se mantiene durante un periodo
breve (apenas un segundo). Posteriormente, pueden suceder dos cosas: o que se transfiera a la memoria a corto plazo o que desaparezca definitivamente.

El tipo de información que se almacena en esta memoria es muy elemental. En la actualidad se piensa que posee dos fases: una primeria que consiste en el registro del estímulo por los sentidos, y una
segunda, donde se mantiene brevísimamente la huella dejada por el estímulo, permitiendo la intervención de la memoria a largo plazo para reconocer, por experiencias previas, los rasgos de ese estímulo.

El ejemplo tradicional al que se acude para ilustrar este tipo de memoria es la visión de un largometraje. Nosotros percibimos se cuencias en movimiento, aunque en realidad la película está com puesta por fotografías fijas separadas por breves intervalos de oscuridada. La sensación de movimiento se obtiene gracias a que nuestra memoria sensorial retiene la visión de cada imagen hasta la aparición
de la siguiente. Los especialistas creen que la memoria sensorial no es una única, si no que existe al menos un tipo especial de ella para cada uno de los cinco sentidos clásicos. Así se habla de memoria visual o icónica, auditiva o ecoica, etc.

Memoria a corto plazo (MCP)

Parte de la información captada por la memoria sensorial pasa a un segundo sistema: la memoria a corto plazo. Aquí se produce ya una elaboración más compleja de los datos sensoriales
en la que intervienen diferentes estructuras cognitivas .Concretamente, la MCP procesa los datos que se utilizan conscientemente para responder a los problemas de nuestro presenente inmediato.

La relación que se establece entre este tipo de memoria y la de largo plazo es bidireccional parte de la información elaborada por la MCP y pasa a la MLP para ser almacenada allí con caracter indefinido; a la vez, cuando necesitamos recuperar información del pasado, ésta se transvasa en el sentido inverso. De forma, podemos utilizar los recuerdos y los aprendizajes de nuestro presente inmediato

Dos características definen básicamente a la MCP: la limitación de su capacidad de almacenamiento y la brevedad de su retención.

Numerosos estudios han demostrado que la capacidad máxima del recuerdo inmediato se calcula estadisticamente en 7 unidades de información no significativas (es decir, letras o números que no posean sentido para nosotros), con una variación media de ±2. El período maximo de retención de este tipo de memoria oscila entre 15 y 30 segundos,

Así, por ejemplo, cuando nos piden que memoricemos un número de teléfono, al cabo de unos segundos el número se nos va de la memoria, siempre y cuando no lo repitamos mentalmente con el fin de mantener esos dígitos en la MCP. (Si te das cuenta, generalmente los números de telefono tienen entre 7 y 9 cifras.

Memoria alargo plazo (MLP)

En ella se guardan las percepciones, los sentimientos y las aCciones del pasado. Su capacidad de almacenamiento es prácticamente ilimitada. Sin embargo, no siempre esa información almacenada es accesible: a veces, no somos capaces de recordar, pero eso no significa que dicha información se haya borrado, sino que no puede actualizarse a causa de algunas inhibiciones o por que no se han ejecutado correctamente las claves para su recuperación Eso explicaría que muchas personas recuerden de repente sucesos remotísimos que parecían totalmente olvidados. Algunos de ellos sucedidos en la niñez más lejana.

Como hemos dicho anteriormente, la información se transvasa desde la MCP hasta la MLP (y viceversa), donde se procede su estructuración y almacenamiento definitivo. Esta es la función esencial de la
MLP, puesto que cuanto mejor y más estructurada se encuentre la información, más fácil será su recuperación consciente. Los neuropsicólogos no conocen todavía cómo se recupera exactamente la información de la MLP, aunque sí saben que su actualización depende de cómo haya sido codificada (profundidad de la organización esencialmente) y de que las claves que utilicemos para el recuerdo coincidan con la propias claves en las que fue codificada.

Sin embargo, los últimos avances en la investigación del cerebro abren  esperanzas para identificar las estructuras involucradas en dicho proceso. Algunos especialistas han señalado que el funcionamiento de la MLP implica la existencia de dos partes diferenciadas. La distinción más importante la estableció Tulving. Para él, la MLP se divide en:

Memoria episódica:

Está formada por los sucesos o episodios que nos han ocurrido (o que hemos imaginado); por lo tanto, se refiere siempre al recuerdo de hechos concretos. Por ejemplo: el color de un vestido, la canción escuchada en una fiesta, la forma en que el maestro explicaba Historia en la escuela, etc.

Esencialmente es una memoria descriptiva: recupera información espacio-temporal que se encuentra vinculada a los hechos episódicos y afectivos de nuestro pasado

Memoria semántica:

Es propiamente la memoria abstracta. Su ámbito abarca el conocimiento racional del mundo y el lenguaje. Se organiza mediante pautas lógicas y conceptuales. Dicha memoria nos permite realizar inferencias, elaborar abstracciones, relacionar conceptos, conocer los significados de las palabras o las propias reglas gramaticales, etc.

Diferencias entre las memorias a corto y a largo plazo

Diferencias entre uno y otro tipo de memoria. Algunas de ellas son:

1. Mientras que en la MLP no se conoce un límite preciso a la capacidad para almacenar la información, en la MCP dicho límite se ha calculado estadísticamente en torno a siete unidades de información en un momento determinado.

2. La duración de la información es mucho más persistente en la MLP, ya que en la MCP apenas alcanza los 30 segundos como máximo.

3. La MCP mantiene la información consciente y activa, en estado latente. En la MLP para recuperarla debe existir una demanda del organismo, de tal manera que se active la MLP y se traslade a la MCP

4. La MLP codifica esencialmente las propiedades semánticas de los estímulos, mediante la elaboración de códigos muy complejos. Por el contrario, la MCP suele codificar propiedades acústicas y visuales.
5. Mientras que en la MCP la información permanece presente durante todo el tiempo, la MLP necesita de mecanismos y de técnicas entrenadas consciente o inconscientemente para poder recuperar la información almacenada en ella.

6. Otra diferencia sería la establecida en la ley de Ribot: con la edad se pierde la MCP pero se mantiene la MLP.

También puedes mirar nuestro articulo sobre el olvido, que esta muy relacionado con la memoria.

Fundador y Director de Mi Psicólogo Madrid Psicólogo General Sanitario Divulgador especializado en salud mental

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