“Sigue  tu corazón”,”Haz caso a tu intuición”,”Encuéntrate a ti mismo”,”Di tu verdad”

Todos hemos escuchado estas frases hasta la saciedad. Se supone que cada uno debemos motivarnos a vivir de manera auténtica y en línea con nuestros propios sueños, deseos, valores o ideas. Sin embargo, también nos resulta muy difícil  hacerlo (o incluso comprender plenamente lo que esto significa).

 

En principio, ¿cuál es nuestro “corazón” o nuestra “verdad” exactamente? ¿Y es realmente nuestro? La misma cultura da forma a lo que uno piensa que es la “verdad”. La gran mayoria de personas se convencen de la idea de “soy lo que hago”. Como resultado, su bienestar depende enteramente de si están recibiendo recompensas y alcanzando sus metas: recibir Sobresalientes, fundar exitosamente ese proyecto, conseguir una beca de prestigio, o aterrizar en esa codiciada multinacional. Parece ser que solo eres un ser Humano que vale la pena si y sólo si eres exitoso, poderoso, rico o has alcanzado cierto estatus.

A menudo nos dejamos llevar por teorías de éxito que están equivocadas – y no conducen a nuestra felicidad a largo plazo. Lamentablemente, esta mentalidad sesgada entrelaza profundamente la identidad y la productividad, de tal manera que puede llevar a las personas a una búsqueda de por vida de éxito que siempre las deja con ansia de más, porque sabemos demasiado bien por la investigación (y la experiencia de la vida) que los éxitos, los galardones, el honor y las ganancias económicas sólo traen una satisfacción limitada en la vida, nunca una satisfacción plena.

Al igual que estos estudiantes en su cultura Ivy League, todos estamos sujetos a la misma cultura en la que vivimos, ya sea un lugar de trabajo, una familia, una comunidad o una religión. Nos adentramos en las creencias que pueden o no sustentar la vida, y vemos el mundo a través de una lente muy influenciada por los pensamientos, creencias e ideas que hemos aprendido.

Cómo ser mejor persona

Todos nos esforzamos por ser exitosos, o “buenos en” nuestro trabajo, crianza de los hijos, atletismo, videojuegos o cualquiera que sea su afición favorita. Pero una cosa en la que no pensamos es en cómo ser nuestra mejor versión, como ser mejores personas.

Haz la prueba, pregunta o preguntate ¿Cuáles son las cualidades de la persona más maravillosa que conoces? ¿Qué es lo que hace a ese amigo, o familiar o lo que sea, la mejor persona para ti?” Los adjetivos que suelen coincidir son “cariñoso”,”protector” y “que vive el presente”, que tiene bondad, que disfruta de lo que hace.Y si eso en realidad de ser maravillosos, de ser buenas personas, es tener éxito.

De hecho, ¿no es la gente maravillosa, esas buenas personas, los que son generosos, amables y compasivos, los que hacen un trabajo excelente? ¿No son ellos los que nos ayudan por la vida? Están allí cuando caemos, nos aman cuando no nos amamos a nosotros mismos, se interesan cuando nadie lo hace, muestran una profundidad de empatía que nos inspira a ser mejores personas, se ríen desde un lugar de sabiduría y paz, comparten con nosotros una amabilidad que no encontramos en ninguna otra parte. Son las buenas personas quienes son las influencias más exitosas e impactantes en todas nuestras vidas, y tenemos la suerte de encontrarnos con ellas.

Entonces, ¿qué nos muestra la investigaciones? Nos muestra que sólo obtendremos ráfagas temporales de alegría de todos los placeres que buscamos en la vida, del sexo al dinero. El logro duradero que buscamos proviene de vivir una vida de propósito, de sentido, de compasión y de altruismo. Viene de estar ahí para los demás, ayudar donde podemos, amarnos unos a otros a pesar de nuestras diferencias, y hacer sonreír a los demás. Sí, sigue tus ambiciones, es bueno que lo hagas, intenta alcanzar tus sueños y metas profesionales – ¿por qué no? También pueden traerte una gran satisfacción e incluso un gran significado. Pero recuerda lo que conduce a tu felicidad más profunda.

Algo que decimos siempre en consulta ante estas situaciones es, en tu lecho de muerte, pensarás una vida bien vivida es una vida en la que has compartido amor y cariño con las personas que tu has elegido. Que la única aspiración en la vida,  es intentar ser la mejor persona, ser la mejor versión de ti mismo.

Te prometo, que no te arrepentirás jamás de haber trabajado más.

Fundador y Director de Mi Psicólogo Madrid Psicólogo General Sanitario Divulgador especializado en salud mental

| |

2 comentarios

  1. Gracias por esta estupenda reflexión.
    Tengo una pregunta, cuando una persona intenta hacer siempre lo mejor para los demás, porque no le nace hacer lo contrario, siempre pensando en lo mejor para el otro de forma altruista aunque no lo sea para si mismo, solo por el hecho satisfactorio de haber ayudado a los otros, pero en casa te consideran que eres un manipulador de la gente, un aprovechado, que miro solo en mi propio bien, …. ¿cómo afrontar esto?

    1. Hola Pilar! gracias por tu mensaje! Por lo que comentas, como tu dices si una acción la realizas de manera altruista, pero alguna persona dice que eso es manipular, quizás deberiamos hablar de esa otra persona que interpreta hacer algo desinteresado como altruista. Muchas veces, ver a los demás hacer ciertas cosas (buenas en este caso) nos genera a nosotros cierta incomodidad, tanto por que nosotros no actuamos así y los produce perturbación, o porque vemos que esa otra persona esta disfrutando de algo que no experimentamos. Consejo: Haz lo que a ti te haga feliz, independientemente de lo que diga cualquier persona, incluso en casa. Tu vida es tuya, y mientras que no le hagas un mal evidente a nadie, debes seguir haciendo lo que te llega. Y si alquien lo interpreta como algo malo, que lo siga viendo asi, no es tu misión cambiar el pensamiento de nadie, sobre todo si no está dispuesta al dialogo.
      Un abrazo!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

1