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Qué es la Crisis existencial

La crisis existencial es una vivencia que nos produce un conflicto personal y que no siempre tiene relación con recursos o las cosas materiales (como comprar un coche o una moto)

Es un fenómeno que aparece repentinamente en cualquier momento de la vida, y que no respeta edad, clase social, género o estatus económico.

La crisis existencial puede aparecer en cualquier entorno, ya que no se trata de alcanzar objetivos y metas como riqueza, el amor o logros académicos, es un proceso implacable que afecta en forma negativa a cualquier ser humano.

Esta experiencia cuando aparece tiende a romper con los esquemas mentales establecidos, solemos perder la noción del camino que debe continuar en la vida, hay una distorsiones en las aspiraciones vitales y en las metas a seguir para poder alcanzar el sentirse realizado.

Es un problema que agota la mente, que puede llegar a provocar trastornos psicológicos si no se busca la forma de resolverla de manera rápida y correcta.

Si cuando se presenta conseguimos superar esta etapa crucial de la vida, nos va a  permitir crecer como personas, nos sentiremos con mayor resistencia y preparación mental para asumir los conflictos que seguro nos acompañaran en el futuro.

¿Cuáles son los síntomas de una crisis existencial?

Una crisis existencial es una etapa en la que una persona cuestiona profundamente el sentido, propósito y valor de su vida. Los síntomas pueden incluir:

  • Ansiedad y Depresión: Sentimientos intensos de tristeza y preocupación.
  • Pérdida de Motivación: Falta de interés en actividades previamente disfrutadas.
  • Desesperanza y Confusión: Sensación de estar perdido o sin rumbo.
  • Pensamientos sobre la Muerte: Reflexiones frecuentes sobre la mortalidad y el significado de la vida.
  • Aislamiento Social: Tendencia a alejarse de amigos y familiares.

Estos síntomas pueden variar en intensidad y duración según la persona y la situación.

¿Qué es la crisis existencial y cómo afrontarla?

La crisis existencial a menudo se presenta al tener sentimientos en conflicto, que afectan en nuestra manera de actuar y pensar. Produce cambios en como actuamos, y suele comenzar con preguntas sobre el porqué de nuestra existencia como persona.

Por eso se dice que la crisis existencial es realmente una “crisis de identidad”, ya que, paradójicamente, ocurre cuando sentimos que teníamos todo bajo control.

La sensación es perder el norte en nuestra brújula de estar bien, de hecho, nos hace entrar en un túnel oscuro que nubla nuestra mente de manera inesperada y que nos hace perder el sentido de nuestra vida.

Ahí es cuando comienza la tormenta, al preguntarnos ¿por qué estoy aquí? ¿Para qué sirve mi vida? Respuesta que, hasta hace poco, la teníamos muy clara. Estas preguntas cuestionándonos todo, nos hace salir de nuestra zona de confort de seguridad, nuestra mente busca una nueva realidad.

Evidentemente, la crisis existencial nos produce un coste emocional, a través de ella auto reflexionamos, porque sentimos que las cosas que poseemos y los logros de los cuales nos sentíamos exitosos, ya no sirven igual.

Aquí es cuando nos comenzamos a cuestionar por motivos triviales que ya creíamos superados y que no eran importantes para nuestra existencia. Esa etapa de introspección genera unas consecuencias que afectan abiertamente nuestro comportamiento.

Nos volvemos más apáticos y perdemos el interés por efectuar actividades que antes nos divertían y nos hacían sentir valiosos porque sentíamos que cumplíamos con nuestras responsabilidades y objetivo.

Hoy, todo eso nos parece vacío, queremos probar o tener experiencias nuevas y nos sentimos desesperados por llenar ese vacío que nos genera la crisis de existencia.

Estos patrones de comportamiento resultan perjudiciales al ser humano, la duda constante y no encontrar aquello que creemos que es el significado vital, puede generar un trastorno depresivo severo que, en muchos de los casos, produce comportamientos adictivos en la persona.     

Es un problema complejo, porque no encontramos la ruta o los elementos que necesitamos para quitarnos ese vacío existencial, esa ansiedad que nos perturba y que ha roto nuestra paz interior.

Buscamos la manera de visualizar un nuevo camino, que nos ayude a recuperar la tranquilidad y la paz interna que hemos perdido.

En este camino existencial el objetivo es recuperar nuestra identidad comprometiéndonos a volver a encontrarle un sentido claro a nuestra vida.

La crisis existencial y sus consecuencias

Generalmente, la crisis existencial tiende a ocasionar, de manera radical, un cambio en nuestra vida, quizás si nos replanteamos la oportunidad de reinventarnos pudiéramos recuperar todo lo que sentimos perdido.

Lo que ocurre es que, cuando la persona entra en la espiral negativa, le quita energía que hace que su capacidad y la tenacidad para salir adelante sea más difícil, y por lo tanto puede generarle una grave depresión.

No todas las personas afrontan la crisis existencial igual, algunos conviven con ella algunas semanas. Sin embargo, otros lo hacen durante meses y años.

Cuando las crisis existenciales se tornan muy intensas, requieren ayuda profesional, cuando se logran resolver satisfactoriamente, la persona siente de nuevo la conexión consigo mismo, llegando a restructurar su pensamiento así como su sentido.

Algunas de las cosas que se trabajan en el tratamiento para la crisis existencial grave es cambiar costumbres que ya no generan nada positivo, otros se readaptan y tratan de identificarse nuevos objetivos o simplemente encontrar la felicidad que en realidad tenían.

Es muy común también encontrarnos que en las crisis de identidad aparecen problemas como baja autoestima y una gran desconfianza en sus propios recursos, esto les origina una enorme tristeza y una indefensión ilimitada, lo que puede provocar de nuevo a tener síntomas depresivos.

La Dificultad para superar una crisis existencial

Cada persona tiene una manera diferente de oponerse o asumir una crisis existencial, porque el camino hacia la superación no resulta fácil, se requiere de una fuerte voluntad y del conocimiento que tenemos de nosotros mismos.

Aquellas personas que se sienten atrapadas en la crisis, requieren modificar su estilo de vida, sus creencias y su sentido, ya que tienen algunos esquemas que le producen en realidad conflictos con su vida. Por ejemplo es común encontrarnos con una situación donde tenemos pensábamos que con éxito profesional o dinero nos sentiríamos plenos, pero al alcanzarlo no se nota prácticamente ningún cambio.

Acudir a un psicólogo puede ayudar en este camino, aunque es importante que tenemos que tener voluntad propia para poder hacer los cambios que nos hará superar esta crisis.

El psicólogo tratara de ayudar en la búsqueda de esos patrones de pensamientos negativos y encontrar de nuevo las metas vitales para esa persona, es decir el objetivo es conducirlo a la conexión con la realidad.

Lograr que nos aceptemos a nosotros mismos, generando en un sentimiento de poder, que lo traslade hacia un modo de trabajo efectivo y positivo para superar la crisis a través del conocimiento real y resiliente en la vida diaria.

¿Cómo superar una crisis existencial?  

Un psicólogo es la persona más indicada para ayudarte ante una crisis existencial, ya que cuenta con las herramientas adecuadas para convertirse en tu coach de vida, permitiéndote crear nuevas habilidades y proyectos para tu futuro para encontrar tu sentido vital.

El psicólogo clínico te ofrecerá asesoramiento para que logres tu bienestar a nivel general, enfocándose, sobre todo, en tu salud mental y proporciona herramientas y recursos para que puedas salir adelante.

Si llevas un tiempo en este momento de crisis existenciales  te recomiendo acudir a un psicólogo, además que es un problema que se resuelve relativamente de manera sencilla.

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