La ligiofobia, a veces conocida como fonofobia, es el miedo a los ruidos fuertes. El miedo es más común en los niños pequeños, pero también puede ocurrir en los adultos.

Algunas personas sólo temen los ruidos fuertes muy repentinos, mientras que otras temen los ruidos continuos. Esto puede afectar su capacidad para sentirse cómodo en situaciones sociales que implican estar en una multitud como fiestas, conciertos y otros eventos.


Miedo a los ruidos fuertes En los niños pequeños

Los miedos comunes son una parte normal del crecimiento, y muchos niños pequeños exhiben numerosos miedos de corta duración. Los ruidos fuertes, como cualquier estímulo sorprendente, pueden desencadenar reacciones incluso en niños muy pequeños. Para la mayoría de los niños, sin embargo, estos miedos son leves y transitorios. Sin embargo, los niños son tan capaces como los adultos de desarrollar fobias profundamente arraigadas que les siguen a lo largo de su infancia. Algunas fobias pueden ser el resultado de la genética, mientras que para otros pueden ser el resultado de la experiencia de la vida. Si el miedo de un niño dura más de seis meses, o si el miedo no es fácilmente aliviado, es importante buscar tratamiento de un profesional de salud mental calificado.
Los diferentes factores que causan que ciertas fobias se desarrollen
En Adultos

En adultos y niños mayores, el miedo a los ruidos fuertes puede ser embarazoso en el mejor de los casos y limitante para la vida en el peor.

Este miedo puede no ser hablado o revelado a amigos, familiares o médicos. Los adultos pueden tener dificultades para funcionar en entornos de oficina ruidosos, conducir por carreteras muy transitadas o incluso socializar en restaurantes o bares llenos de gente. Los niños pueden tener dificultad para prestar atención en clase, participar en deportes de equipo o pasar tiempo con amigos en ambientes ruidosos. A algunas personas con este miedo les resulta particularmente difícil quedarse dormidas, ya que los ruidos externos pueden aumentar cuando están tumbadas en una habitación oscura y silenciosa.


Otros Trastornos del ruido relacionados

Una disminución de la tolerancia al ruido es a veces indicativa de otra condición.

La hiperacusia y la misofonía son trastornos fisiológicos que causan una mayor sensibilidad al ruido. Aunque pueden ocurrir por su cuenta, estos trastornos algunas veces están relacionados con afecciones que van desde el síndrome de Asperger hasta la enfermedad de Meniere. Por esta razón, es importante consultar con su médico de familia.

Una simple fobia al ruido es fácil de tratar, pero si se presentan trastornos concurrentes, todas las afecciones deben tratarse simultáneamente. Su psicologo puede trabajar en conjunto con un profesional de salud mental para tratar adecuadamente sus afecciones.


Tratamiento de la ligirifobia

El tratamiento puede variar dependiendo de la gravedad de su miedo y del nivel de interacción social en el que usted pueda participar exitosamente por su cuenta.

El tratamiento puede incluir terapia de exposición, la cual lo colocará en un ambiente que invoca su miedo de una manera controlada. La terapia cognitivo conductual también puede ser útil, un psicologo especialista realizara un tratamiento sobre los factores desencadenantes, los miedos y los orígenes de la ansiedad para ayudarlo a ser más racional con respecto a su temor a los ruidos fuertes.

La terapia EMDR también es muy efectiva para este tipo de trastornos.

Existen numerosas técnicas de autoayuda que pueden incluir relajación muscular, grupos de apoyo e hipnoterapia, así como meditación, autoconversación positiva y otras formas de mejorar la reacción a los ruidos fuertes.

Otra forma práctica de aliviar el miedo es controlar el nivel de ruido en su entorno cercano. Al informar a otros de su miedo, puedes ser capaz de encontrar un medio que no le provoque tantos problemas.

Aunque recomendamos acudir a un psicologo ya sea en nuestra consulta en Madrid como en otra ciudad.

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