Es posible que escuche los términos “ataque de ansiedad” y “ataque de pánico” utilizados indistintamente, como si significaran lo mismo.

Esto es comprensible, ya que algunos de los síntomas de los ataques de pánico y de la ansiedad son similares, como la aceleración de los latidos del corazón, la falta de aire y los mareos.

Sin embargo, en la práctica, el pánico y la ansiedad tienen características diferentes, y los profesionales de la salud conductual utilizan estos términos para referirse a síntomas y trastornos específicos.

Los ataques de pánico son una oleada abrupta de miedo o malestar intenso acompañada de otros síntomas físicos y mentales.

La ansiedad, por su parte, forma parte de las respuestas emocionales y de protección que el cuerpo humano tiene programadas. Cuando la ansiedad es excesiva o se interpone en su vida, es cuando hay motivo de preocupación.

Si experimenta ansiedad o pánico significativos, es importante que entienda sus definiciones, síntomas y tratamientos.

Ataques de ansiedad vs. ataques de pánico

Diferencias clínicas
Psicólogos y Psiquiatras que tratamos las condiciones de salud mental basan un diagnóstico en las definiciones que se encuentran en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (5ª edición), conocido como el DSM-5. Aunque la ansiedad y los ataques de pánico pueden parecer iguales a veces, las diferencias señaladas en el DSM ayudan a identificarlos y distinguirlos. Las definiciones del DSM-5 sirven de guía al médico para hacer un diagnóstico y clasificar la afección.

El DSM-5 utiliza el término “ataque de pánico” para describir los rasgos distintivos asociados a la afección conocida como trastorno de pánico. Sin embargo, los ataques de pánico pueden ocurrir en otros trastornos psiquiátricos y también es posible tener un ataque de pánico si no se tiene ningún trastorno.2

Por otro lado, el término “ataque de ansiedad” no se define en el DSM-5. El término “crisis de ansiedad”, en cambio, no se define en el DSM-5. Más bien, “ansiedad” se utiliza para describir una característica central de varias enfermedades identificadas bajo los epígrafes de trastornos de ansiedad, trastornos obsesivo-compulsivos y trastornos relacionados con el trauma y el estrés.2

Algunos de los trastornos más comunes bajo estos tres epígrafes son

Las diferencias entre el pánico y la ansiedad se describen mejor en términos de la intensidad de los síntomas y la duración de los síntomas principales.

Ataque de pánico


Un ataque de pánico es una sensación intensa y repentina de miedo, terror o malestar acompañada de otros síntomas mentales y físicos. Los síntomas de los ataques de pánico suelen ser tan extremos que causan graves trastornos.

Según el DSM-5, un ataque de pánico se caracteriza por cuatro o más de los siguientes síntomas:

Pensamiento en un ataque de Pánico

Sensaciones Fisicas del ataque de Pánico

Los ataques de pánico suelen producirse de forma inesperada, sin un desencadenante obvio e inmediato. En algunos casos, son “esperados” porque el miedo es causado por un factor estresante conocido, como una fobia.

Los síntomas de los ataques de pánico alcanzan su punto álgido en 10 minutos y luego disminuyen. Sin embargo, algunos ataques pueden durar más tiempo o producirse sucesivamente, lo que hace difícil determinar cuándo termina un ataque y cuándo empieza otro. Después de un ataque, no es raro sentirse estresado, preocupado, fuera de sí o con los nervios de punta durante el resto del día.


Sintomas del ataque de Ansiedad


Por el contrario, la ansiedad generalmente se intensifica durante un período de tiempo y está altamente correlacionada con la preocupación excesiva por algún peligro potencial, ya sea real o percibido.

Si la anticipación de algo se acumula y la gran cantidad de estrés alcanza un nivel en el que se vuelve abrumador, puede sentirse como un “ataque”. Los síntomas de la ansiedad pueden ser los siguientes

Aunque algunos de los síntomas de la ansiedad son similares a los asociados a los ataques de pánico, generalmente son menos intensos.

A diferencia de un ataque de pánico, los síntomas de la ansiedad pueden ser persistentes y muy duraderos: días, semanas o incluso meses.


Diagnóstico


La ansiedad es uno de los trastornos de salud mental más comunes, y se estima que afecta al 19,1% de los adultos estadounidenses cada año.3

 Aunque la ansiedad puede tener un impacto significativo en la vida de una persona, sólo alrededor del 20% de las personas que experimentan síntomas buscan tratamiento.

Existen tratamientos eficaces que pueden mejorar los resultados y el bienestar, por lo que es importante que hable con su médico si tiene síntomas de ansiedad o ataques de pánico. Dado que las mujeres tienen el doble de probabilidades que los hombres de experimentar síntomas de ansiedad, la Iniciativa de Servicios Preventivos para la Mujer recomienda ahora la evaluación de la ansiedad para todas las mujeres mayores de 13 años.4

Durante la evaluación, el médico realizará una historia clínica, un examen físico y puede realizar pruebas de laboratorio para ayudar a descartar cualquier enfermedad que pueda estar contribuyendo a sus síntomas.5

El médico o el profesional de la salud mental también le preguntará sobre sus síntomas, incluyendo su intensidad, duración e impacto en su funcionamiento diario normal. Basándose en su evaluación, el médico puede hacer un diagnóstico basado en los criterios del DSM-5.

Tratamiento del pánico y la ansiedad


Tanto si se trata de pánico como de ansiedad persistente o de ambos, existe un tratamiento eficaz. Algunas de las opciones de tratamiento más comunes son la terapia, los medicamentos recetados y las estrategias de autoayuda.1 Puede decidir probar uno o una combinación de estos métodos.

La psicoterapia puede ayudarle a comprender mejor sus síntomas, a desarrollar formas de controlarlos, a superar el dolor del pasado, a determinar su camino para el futuro y a obtener una perspectiva más clara que le permita tener una visión más esperanzadora.
Los medicamentos pueden ayudarle a reducir los síntomas. A veces sólo son necesarios durante un breve periodo de tiempo para controlar los síntomas mientras se trabaja en las demás estrategias.
Las técnicas de autoayuda, como los ejercicios de respiración y la relajación progresiva, pueden ser beneficiosas para permitirle trabajar en el control de los síntomas a su propio ritmo.

Para Terminar:
La ansiedad y los ataques de pánico pueden perturbar la vida cotidiana. Si usted o un amigo o un ser querido los experimenta, sepa que hay ayuda disponible. Hablar con su médico sobre sus síntomas es el primer paso para encontrar alivio.

Fundador y Director de Mi Psicólogo Madrid Psicólogo General Sanitario Divulgador especializado en salud mental

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