Antes de nada, debemos estar claros sobre qué es empatía. En principio se trata de una habilidad básica del ser humano. La cual forma parte de la inteligencia emocional y es clave en las relaciones interpersonales.
¿Qué es la empatía?
La empatía es una habilidad que nos coloca en el lugar del otro. Y, por lo tanto, nos permite reconocer, tanto nuestras emociones como las de los demás… con lo cual nos adaptamos mejor socialmente.
Sin embargo, existen personas con muy poca empatía e incluso ausencia de ésta. Todos nos hemos encontrado con alguien incapaz de comprender nuestros sentimientos en algún momento, que se extrañan de cómo nos sentimos ante determinada situación.
En definitiva, no pueden ubicarse más allá de ellos mismos. Incluso, no se preguntan ni siquiera cómo podrían sentirse los demás ante sus acciones o comentarios. Podemos decir con certeza, que carecen de empatía.
Por lo tanto, no tener esa habilidad tan importante evita que se establezcan relaciones de igualdad con los demás. Terminan por hacerse desde la superioridad o desde la inferioridad.
Está demostrado que la ausencia de empatía en una persona repercute de manera negativa en su vida. Y no solo en la vida de la persona que carece de ella, sino también en las personas que la rodean. Puede llegar a ocasionar: inestabilidad, problemas a la hora de relacionarse y de adaptarse.
¿Cómo alguien se diagnóstica la ausencia de empatía?
Normalmente, es el entorno quién hace relucir la ausencia de esta habilidad básica.
Sin embargo, resulta complejo para la persona con déficit de empatía comprenderlo y trabajar en mejorar. Debido a que, habitualmente, antes de penar que tienen un problema, se sentirán atacados y/o incomprendidos.
Causas de que una persona carezca de empatía
Las causas pueden ser muy diversas, pero normalmente tienen su origen en la infancia de la persona, por ejemplo:
El estilo crianza: Una razón común por la cual una persona puede tener déficit de empatía, es que haya crecido sin muestras de afecto. Un entorno que no fomenta el cuidado de los demás puede provocar deficiencias en el desarrollo de la inteligencia emocional.
Haber sufrido negligencia en el cuidado y abusos en la infancia: como es de esperarse, cualquier abuso recibido (físico, psicológico y/o sexual), impactará a nivel cognitivo y emocional. Y, por lo tanto, pueden afectar al desarrollo de esta cualidad, al igual que otras muchas.
Por su parte, la ausencia total de empatía, está más relacionada con diferentes trastornos psicológicos. Tales como:
- Trastorno narcisista de la personalidad: las personas que lo padecen están tan preocupadas por ellas mismas que no pueden ver más allá. Por lo tanto, las necesidades y/o preocupaciones de los demás, simplemente no existen para ellas.
- Trastorno límite de la personalidad: quienes padecen de este trastorno poseen elevados niveles de inestabilidad emocional. Lo cuales, dificultan su capacidad para poder tener empatía con los demás en la mayoría de situaciones.
- Trastorno antisocial de la personalidad: las personas que lo padecen, en esencia, poseen una gran dificultad para comprender las emociones de otras personas.
¿Cuáles son las características de una persona con ausencia de empatía?
Son muy variadas las características que puede exhibir una persona que no posee empatía. Sin embargo, existen alginas comunes:
1. Preocupación excesiva por sí misma
Se trata de una característica que suele estar asociada a personas egocéntricas. Es decir, personas que ponen siempre primero sus necesidades, sus deseos, sus cualidades, etc.
Por lo tanto, siempre verán las situaciones desde su punto de vista y considerarán además que es el único válido.
2. Prejuicios
Estas personas tienden a catalogar y etiquetar las acciones de los demás, las situaciones y a las personas en sí.
En este sentido, se les dificulta enormemente ponerse en el lugar del otro. Y, sin saber que esto, les afecta directamente a ellos.
3. Desconfianza
Son personas muy desconfiadas. Obviamente, no poder ver al otro de una forma igualitaria le impide confiar en las intenciones de la otra persona.
4. Dificultad a la hora de profundizar en las relaciones
No desarrollan las relaciones interpersonales con profundidad. Lo hacen de una forma superficial y, normalmente, desde un punto de vista funcional.
En otras palabras, las demás personas son objetos que satisfacen una necesidad en un momento de su vida.
En un plano más afectivo no saben desenvolverse. Es decir, no profundizan en sus relaciones y además se incomodan y evitan que la otra persona lo intente.
5. Incomprensión
Es lógico pensar que una persona que no puede ponerse en el lugar de los demás, tampoco pueda comprender sus reacciones y acciones. Incluso, no podrá procesar de manera adecuada el efecto que sus acciones provocan en los demás.
6. Dificultad para comunicarse
Es una persona que evita el contacto físico a la hora de hablar con los demás. Por lo tanto, es común la falta de asertividad y otras dificultades al no concebir como pueden sentirse sus pares.
7. Dificultad para resolver conflictos
Esta característica está estrechamente relacionada con las anteriores. Al encontrarse con conflictos que no pueden comprender y no ponerse en el lugar de los demás, se genera frustración. Y, como consecuencia, en los casos más extremos, pueden intentar resolverlos y/o evitarlos con agresividad.
¿Cómo relacionarse con alguien que carece de empatía?
En primer lugar y que suele ser bastante difícil, es no culpabilizar a la persona. Sobre todo, si realmente queremos tenerla en nuestra vida.
Es importante recordar que esa persona no es consciente del daño que puede causar a quienes lo rodean. Por lo tanto, debemos cuidarnos para que sin querer no nos dañe.
Es realmente importante hacer uso de un lenguaje claro, conciso y directo con ellos. Es decir, debemos expresar con la mayor claridad posible cómo nos sentimos.
Asimismo, es bueno interiorizar que una persona no decide no tener empatía. Por lo tanto la ausencia de esta habilidad en una persona, no la convierte automáticamente en mala persona ni mucho menos. De hecho, podemos ayudarles… En primer lugar, siendo empáticos con ellos, ya que ellos también sufren.
Sin embargo, no quiere decir que debamos aguantar todo de estas personas. El detalle, es comprender lo que ocurre. En definitiva, tener empatía con esas personas, sin dejar de cuidarnos a nosotros mismos.
Considera que estigmatizar a una persona que carece de esta habilidad, no la hará tener empatía. Y, no podrá comenzar a cambiar si el entorno no se lo hace saber, porque realmente desconoce tener algún problema.
Aprender a tener empatía es un proceso que, normalmente, requiere ayuda profesional. Si la persona siente apoyo de quienes lo rodean, lo más seguro es que opte por buscar dicha ayuda.