A lo largo de nuestra vida vamos a tener momentos en los que nos planteamos qué necesitamos, cómo podemos ser mejores y nos preguntamos algo que sabemos que puede cambiarlo todo:
¿Cómo puedo tener el control de mi vida?
Una pregunta cuya respuesta es fácil de formular pero difícil de cumplir. Para controlar tu vida necesitas una variedad de ingredientes indispensables. Vamos con ello.
El primero de ellos es esfuerzo. La vida no se controla desde la comodidad de nuestros sofá, o en nuestra zona de confort. Para poder tener ese control debemos de esforzarnos, y no todo el mundo está dispuesto a esforzarse constantemente. Tan solo los que estén perfectamente motivados hacia lo que quieren lo consiguen.
Sufrir no tiene por que ser malo. Estamos muy acostumbrados a que para conseguir las cosas, tienen que salir de manera fácil,y si no es así, significa que no es el camino adecuado. Eso es uno de los principales dogmas que mueven el mundo. Es decir, que es mentira.
Alcanzar lo que queremos conlleva esfuerzo, sacrificio, y muchas veces dolor. El dolor no tiene por qué ser fisico, si no que se puede encontrar en las mas diversas formas. El dolor a la incertidumbre, el dolor de acabar con una relación que en realidad es toxica, y por encima de todo, el dolor que podemos sentir por el temor al fracaso.
No temas del dolor, la idea que tenemos de estar constantemente buscando la seguridad y el placer es igual de absurda que el hecho de no esforzarse. El dolor nos hace mas fuertes, y nuestra determinación nos hace ser más valientes.
Tiendo como base principal el esfuerzo y la aceptación que el dolor puede ser uno de los condimento…
¿Cómo recuperamos el control de nuestras vidas?
1. Convertirtiendo situaciones que nos suponen un esfuerzo en un habito:
Tenemos una fuerza de voluntad limitada, es decir, cuando realizamos algo con voluntad nuestros puntos de voluntad bajan. Pero hay un truco para que cada vez consumamos menos puntos. Crear hábitos. Si creamos hábitos esos puntos de voluntad cada vez se consumen menos, hasta que, cuando la situación pasa a ser parte de nuestra rutina, esos puntos de voluntad apenas se consumirán. Un ritual o habito es un comportamiento muy preciso que se realiza una y otra vez, en un momento específico, pero que con el tiempo se vuelve automático y ya no requiere mucha fuerza de voluntad para hacerlo.
2. Previniendo situaciones que consumen tus puntos de fuerza de voluntad.
Elige tus batallas. Centrate en qué situaciones vale la pena que consuman tu esfuerzo. Si desea perder peso por ejemplo, tiene sentido eliminar sus alimentos preferidos en calorías de los estantes, y decirle al camarero en los restaurantes que no traiga el pan, así evitas situaciones donde tienes que batallar y consumir tu fuerza de voluntad. Si quieres que la tarde te cunda, apaga el movil para que no tengas que estar luchando con la tentación de contestar mensajes…
3. Dormir para sentirte descansado.
Mínimo 7 horas. Mínimo. Si arrastramos cansancio, no podemos afrontar con energía el día ni controlar lo que nos suceda.. ¿Algunos conceptos claves? Pues ayuda elegir una hora exacta de acostarse, y dejar todo lo tecnológico por lo menos 30 minutos antes de ir a la cama a dormir (móvil, tv, ordenador)
4. Invertir en relaciones de Pareja Sanas.
Si tenemos pareja, o convivimos con alguien, y no nos sentimos bien, tenemos que plantearnos si esa persona puede determinarse como una de esas parejas toxicas. Para ello tendremos que evaluar como nos sentimos nosotros con nuestra pareja, si nos sentimos arropados y acompañados. ¿Difícil? Si te cuesta encontrar momentos en los que seas feliz con ella, tienes que plantearte qué es lo que falla y si podéis solucionarlo. Mantener relaciones toxicas es perjudicial para ambas partes. y muy autodestructivo.
5. Haz una cosa en cada momento.
Hacemos malabares con nuestro día y con nuestro tiempo. Si estas leyendo, tan solo lee, si cocinas, solo cocina. Deja de lado cualquier otra tarea por que al final la sensación que tendrás es que no controlas ninguna de ambas.
6. Trabajar a Intervalos.
Los seres humanos no están destinados a funcionar como un ordenador, siempre al 100 % de rendimiento, sin parar. Más bien, somos un sistema eco, o acumuladores, hay un equilibrio entre gastar y acumular. Nuestro umbral esta en los 90 minutos. Si conseguimos realizar tareas en torno a ese tiempo, dando un merecido descanso, nuestro rendimiento mejorará notablemente.
Algunas Recomendaciones extra para tener la sensación de controlar tu vida
- Identifica lo que puedes controlar: Enfócate en lo que puedes controlar y acepta lo que no puedes. Pregúntate: ¿Qué acciones puedo tomar para lograr mis objetivos? ¿Qué decisiones puedo tomar para mejorar mi situación?
- Aprende a tomar decisiones: A veces, la falta de control en nuestra vida puede deberse a la indecisión. Aprende a tomar decisiones y confía en ti mismo/a. Empieza por decisiones pequeñas y poco a poco ve avanzando.
- Haz un plan: Haz un plan de acción que incluya objetivos y metas específicas. Trabaja en un plan realista y factible para que puedas ver resultados rápidamente.
- Practica la resolución de problemas: Cuando enfrentes un problema, no te quedes atrapado en la preocupación. Enfócate en buscar soluciones y trabaja en ellas. Piensa en los posibles resultados de cada solución y selecciona la mejor opción.
- Toma cuidado de ti mismo/a: Cuida tu salud mental y física. Asegúrate de dormir lo suficiente, hacer ejercicio, comer saludablemente y practicar la meditación o relajación. La salud es un aspecto importante para sentir que tienes control sobre tu vida.
- Busca ayuda: Si sientes que estás luchando para controlar tu vida, busca ayuda profesional. Los psicólogos pueden ayudarte a identificar patrones de pensamiento negativos y proporcionarte herramientas para manejar situaciones difíciles.
Estos son una serie de pasos para conseguir tomar control de nuestras vidas. Adáptalos como mejor te convengan y si se te ocurre alguna pregunta o alguna recomendación… Házmelo saber en comentarios